miércoles, 17 de febrero de 2010

NOSTALGIA 70


Esa flor que hallé guardada entre las hojas de un cuaderno,
reseca ya por el tiempo, similar a un pergamino,
conserva aún la fragancia y el sabor de la nostalgia
de los hermosos momentos de la tierna adolescencia,
que se perdió en la distancia hace varios almanaques,
junto al beso que robé y el rubor de tus mejillas,
que encontré entre la maraña de recuerdos en mi mente,
junto a aquella poesía que escribiste una vez
y a las promesas de amor, tu figura angelical
y los sueños de papel que supimos fabricar
en la época inocente de los primeros amores,
primavera de la vida que no se olvida jamás.
Que extraño se siente hoy, recordar esos momentos
¿Quien se iba a imaginar que el tiempo iba a pasar
y de tanto caminar nos íbamos a olvidar,
con total frivolidad de las promesas de entonces?
Parece que fue en otra vida cuando tu cuerpo latía,
al sentir que se acercaba tu boca junto a la mía,
cuando mis manos temblaban y mi piel se ruborizaba,
al acunar entre ellas aquella manito tuya.
La paz inunda mi alma y se llena de armonías,
al recordar con cariño aquellos tibios momentos,
escondidos por el tiempo en un rincón de mi mente.
Ese cuaderno perdido te trajo hoy hasta mí,
para entibiar la agonía de éste viejo corazón,
fue como un rayo de luz que iluminó éste rincón
invadido de tinieblas y frío como el invierno.

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