LOCO
05
Apenas se escuchaba el rumor de la
marea,
apagada por la brisa que jugaba en el
pinar,
los sonidos de la noche
rumoreaban bajito
lo que la tarde y la noche parecían
conversar
El manto se fue extendiendo, se apagaron los colores,
se encendieron de a poquito las mil y
tantas gotitas
de rocío o de esperanza que están
pegadas al cielo.
Y comenzó así la noche como una gran
melodía
allá lejos una estela que dejó al
pasar una estrella
acá cerca tus ojos, mirándome desde siempre
cobijados en la bruma donde moran los
recuerdos.
No estoy lúcido lo sé, el alcohol me
descoloca,
sé muy bien que tu no existes, pero es
tan lindo tenerte
que por ti yo me sumerjo, más aún en el alcohol.
Solo que quiero tenerte pero a la vez olvidarte
porque el amarte y no amarte me está
arrancando la piel.
Alzo mis brazos al cielo, sé que
llorando te hablaba
y riéndome te lloraba bebiendo de la botella,
las ninfas de los recuerdos con
almohadones de seda
abatataron mi mente para que no te
recuerde
para no sentir tus besos ni tus
palabras de amor.
No quiero saber quien eres o si estuviste a mi lado
o fue otra vez el tocado de los
duendes de la noche.
Me despierto y ya es de día, mi boca
sabe a demonios,
las gaviotas a los besos con las olas
se divierten,
se sonríen los fantasmas que flotan
allá en el cielo
y a carcajadas se ríen los pájaros de
la arboleda,
burlándose de la sombra que está
tirada en la arena.
Yo sumido en mi locura, no me puedo
incorporar,
el gusto amargo en mi boca y el
dolor en mi cabeza
hacen que me proponga beber algún
trago más,
mas la botella vacía que a mi lado
está dormida,
solo hace que me obligue otra vez a
recordarte.
dejo los ojos cerrados porque el sol
viene asomando,
y su luz quiere sacarme de la burbuja
en que estoy.
Con jirones de recuerdos voy
componiendo una imagen,
que tejiéndola de a poco, se va
pareciendo a ti,
yo no sé si es tan así, la imagen de
ti que llevo,
al fin tampoco me importa, al fin no
sé si exististe,
o tan solo eres la excusa para
sentirme fatal,
ayer eras mi bálsamo, hoy me pareces
tormenta,
a veces eres puñal, a veces solo una
estrella.
Te convertiste en mi vida o te
apoderaste de ella,
mas eres premio y castigo de todos mis
pensamientos,
de todos mis sentimientos y mi razón
de existir,
existir y desear morir, para dejar de
sufrir,
o vivir para sentir que no te vas de
mi lado.
no sé si es peor quererte y nunca
jamás tenerte,
o el temor de olvidarte entre las sombras del tiempo.
En mis raptos de cordura comprendo que
sos mi locura
pero en medio del delirio te siento
como mi cura,
eres timón de mi barca, eres la
brújula guía,
todo lo que yo vivo lo relaciono
contigo
y pongo a Dios de testigo que por
amarte es que muero,
muero despierto de día y de noche
cuando yo duermo,
muero si no te tengo y si te tengo me
muero.
Es un constante morir, mi vida es una
agonía,
pues
a veces sueño cosas que me llenan
de temor,
sueño que no te veo, ni siquiera entre mis sueños,
sueño que tu no existes, ni que exististe jamás
es cuando vuelvo a tomar y a la orilla
de la mar
mientras me acuna el pinar y los
cantos de la noche,
pongo así un nuevo broche a las ideas
que tuve.
Julio Madriaga