sábado, 13 de septiembre de 2014

NO TE PUEDO OLVIDAR


 

25….

 

¿Cómo te voy a olvidar si estás siempre conmigo?¿Cómo te voy a olvidar si no sé vivir sin vos? Todo lo que  he vivido, lo he vivido contigo y cada cosa que llevo lo conseguimos los dos.

Cuando en plena adolescencia comenzamos a soñar, nos apartamos del mundo para jugar al amor, peleamos por nuestros sueños codo a codo, piel a piel, para amarnos a escondidas por cuestiones de la edad.

Nos enfrentamos al mundo para amarnos de verdad y sembramos esperanzas para una vida mejor.

Endulzamos amarguras que la vida nos creó y llenamos de colores las horas que compartimos, fueron muchas alegrías que tuvimos vos y yo, muchas horas de ternura las que supimos crear y a medida que pasaba el tiempo que compartimos,

era imposible pensar en podernos separar.

Jamás iba a imaginar que luego de tantas luchas, te ibas a abandonar a la crueldad del destino, dejándome solo a mi suerte cuando empezaba a blanquear

el cabello de mis sienes y empezaba a madurar.

¿cómo te voy a olvidar si te nombran mis adentros y a cada rato tu voz  escucho que aún me nombra?

Si cuando cierro los ojos yo no me puedo dormir, si no te cuento en silencio las experiencias del día.

Hoy llegaron otros brazos y han juntado mis retazos, con amor han reparado y curado mis heridas, de veras que soy feliz, con éste amor que ha llegado a ocupar ese hueco que en mi corazón has dejado, aunque siempre estás allí cuando menos me lo espero y siento cuando me apruebas y cuando no estás de acuerdo.

Yo te llevo en el recuerdo te llevaré hasta mi muerte, pues has vivido conmigo desde que yo me recuerdo, fueron muchas primaveras y muchos fríos inviernos fueron muchas alegrías, y muchos tiempos amargos, vivimos toda una vida tanto amor nos hemos dado, que no se puede olvidar pues sería hasta un gran pecado.

Hoy ya no sufro tanto, mi soledad y tu ausencia, me entristece enormemente pensar que te he perdido, pues habíamos prometido envejecer de la mano, tu muerte así de repente me sucumbió en la locura y creí que con tu muerte moriría yo también.

Hay veces que siento culpa por vivir otra ilusión, pero al instante me digo que tal vez tu me comprendes, estés donde estés ahora te siento cerca de mí y sé que sabes muy bien lo que sufrí por tu ausencia.

Sabes cuánto te lloré y te lloro todavía y sabes lo bien que me hace esta nueva compañía.

Ella no se merece un corazón en pedazos, sé que ella no merece quedarse con mis  retazos, yo trato de ser feliz entregándome a sus brazos, que me brindan el calor que tu muerte se ha llevado.

Yo te quisiera olvidar, pero sé que es imposible, pero te puedo llevar hasta que mi vida acabe, en un rincón de mi alma, en un rincón del recuerdo.

 

Julio Madriaga