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Mis
ojos te buscan con ansia infinita,
mi
piel que palpita, tu esencia reclama
tu
voz, tus suspiros, tu risa, tu llanto,
mi
ser cada tanto parece escuchar.
Allá
el horizonte me muestra siniestro
una
gran montaña de dudas y penas
deberé
enfrentarlas quizás algún día
para
al fin intentar, volver a vivir.
No sé
si es que extraño tu piel, tu presencia,
no sé
si es por ti que me he vuelto infeliz,
quizás
sea por mí, porque he fracasado
al
querer terminarme contigo a mi lado
Quizás
la congoja que hoy siento en mi pecho
se
deba a que nunca me he sentido tan solo
quisiera
saber si es por ti que yo lloro
o es
por la falta de un alma a mi lado
Debo
intentar alcanzar, yo sé bien,
las
metas que un día me supe trazar
debo
olvidar que te quiero olvidar
tal
vez de ese modo te olvide de a poco
No
hay pena que dure por siempre en la vida
no
hay llantos eternos ni dicha infinita
de
ambas un poco teñimos la vida
y al
fin solo quedan destellos de ambos
En la
teoría de analizar la existencia
es
fácil beber el licor de esta ciencia
si
uno al gozar lo hace a conciencia
también
el dolor debería enfrentar
Mas
es tan difícil vivir la agonía
de
ver que se cae mi vida en pedazos
que
duele seguir, que duelen los pasos
que
debo de dar hacia el punto final.
Tal
vez sea poco el camino que queda
tal
vez ya no sufra en algún tiempo más
temo
en verdad que encuentre la dicha
y no
dure tanto como éste dolor
Mas
quiero encontrar como sea la paz,
debo
urgentemente poder ver a atrás
aceptar
tu muerte sin tanto martirio
y
nuestra vida juntos poder recordar.
Julio
Madriaga