viernes, 12 de septiembre de 2014

AMIGA 18



18

 

No sé si te quiero tanto como quisiera quererte, sé, que con solo verte, siento sanar mis heridas, eres calma en mi locura, cobijo en mis tormentas, te estás volviendo un pañuelo donde enjugar mis lamentos.

Estás en esos momentos cuando más te necesito y sin pedir nada a cambio te has encargado de mí. Tengo miedo de no amarte y pagarte con desdén, tengo miedo de no darte lo que me pide tu piel, tengo miedo porque herido mi corazón se desangra y el otoño está llegando a mí ser ya castigado y tal vez solo cenizas puedan quedar para ti.

Creo que no mereces ser quien junte mis retazos, siento que debes marcharte para buscarte un lugar, donde te den el amor que a ti te tienen que dar, en pago por la ternura con que me sueles tratar.

Mas no quiero que te vayas pues tengo miedo al silencio, tengo miedo de estar solo como cuando me encontraste, tengo miedo de llorar otra vez por mis miserias y no tenerte a mi lado para calmar mi ansiedad.

En suma, te quiero amar, te quiero amar con locura, quiero amarte porque siento, que ya eres parte de mí, porque estás siempre conmigo, cuando más te necesito, cuando despierto o me duermo, cuando lloro, cuando canto, cuando río, o respiro, cuando escribo una canción, y estás allí cuando despierta mi cuerpo en sensaciones, solo quisiera pagarte, que  recibas lo que das.

No sé si seré capaz de darte lo que mereces, en amor, en sentimiento, en ternura, en pasión, devolverte al fin con creces todo el amor que me das, yo no puedo prometerte que te amaré hasta la muerte, solo sé que trataré de devolverte el calor que me entregaste al instante en  que me hallaste herido.

Tus manos, amiga mía, fueron  caricias de madre, de amante, de compañera, un mundo de cosas nuevas, que van creando en mi ser, un sin fin de sensaciones.

Temo por ti cuando llegue a hallar la paz que yo busco, temo de mí, pues soy débil ante la piel que me roza, temo que tema quererte por el temor de perderte y no me anime llevarte conmigo hasta mi muerte.

No debería pedirte más cosas de lo que das, mas siento necesidad de pedirte una  cosa más, que me enseñes a quererte sin pedir, tan solo dar.       

 

Julio Madriaga