MI MUERTE
--11 ---
Quizás mi muerte esté allí acechando en cada esquina, escondida tras un
beso, un amor o una caricia, tal vez doblando la esquina me la encuentre cara a
cara, empuñando una espada con su tez desencajada.
Quizás desde los balcones se descuelgue como araña, desde su tela de seda con
sus colmillos helados, tal vez desde algún tejado se lance contra mi vida y
entre alaridos me diga que se acabaron mis días.
Tal vez me haga saber que por más que yo me esconda cuando llegue ese
día, con su guadaña letal, para bien o
para mal, pondrá fin a mi existencia.
Mi muerte ha de estar allí,
acechando a cada paso, desde el día que nací al igual que aquella estrella, quizás
ella sea bella como una flor carmesí, mas si ignoro que está allí, si no noto
su presencia, quizás no sienta su esencia acechándome en la esquina.
Si de amores me embriagara, olvidándome de ella, el temor a que ella llegue
se disipe enteramente, si de música llenara cada espacio de mi ser los colores
de la vida me sabrían diferente y el día
que de verdad se me presente la muerte yo me entregue indiferente sin temores y
sin penas, tal vez apenas lo note y sin sentirla siquiera, viviendo tal vez yo
muera, como muriendo viví.
Julio Madriaga